Roca Oceánica

Pequeño promontorio rocoso, declarado Santuario de la Naturaleza en 1990, tiene también un alto valor natural y paisajístico debido a sus características geológicas y la gran presencia de aves marinas. Sus características geológicas sedimentarias hacen que se pueda observar también una buena diversidad de estratos rocosos, diferenciados por su color y textura de las rocas. En su parte plana, se encuentran vestigios de un conchal arqueológico fuertemente alterado por la acción antrópica. Este conchal era de grandes dimensiones y fue cortado por la ejecución, en tiempos históricos, del camino costero. La roca se encuentra sobre el borde costero y posee 25 metros de altura. Tiene una forma ovoide que sobresale del continente. Sobre la roca hay distintas escalinatas de fácil acceso que permiten al turista transitar con total libertad.

En este lugar se logra escuchar un gran estruendo que parece multiplicarse por doquier. Al subir la roca se darán que ese sonido proviene del continuo choque del mar contra los escarpados acantilados. Un espectáculo de espuma blanca se diseminaba por todo el sector. La flora del lugar incluye plantas de pequeño porte, especialmente gramíneas. La fauna de la Roca Oceánica, por otro lado, está conformada por una notable riqueza de aves marinas. Los ornitólogos, o simplemente los que gustan de observar pájaros, en este sitio logran encontrar aves como el cormorán yeco, guanay, gaviotas garuma, gaviotas dominicanas, piqueros, pelícanos y algunas especies migratorias como el chorlo de collar y de doble collar, además del playero de baird y becacinas, a veces es posible observar lobos marinos o pingüinos de Humboldt que utilizan los roqueríos que rodean esta formación como lugar de descanso en sus desplazamientos.

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